Nuestro planteamiento
Nuestro planteamiento
En Jardín de Infancia Tambor observamos a los niños en su contexto vital y en su entorno social y a partir de ellos planteamos nuestra labor pedagógica. Nos parece especialmente importante el apoyo y la formación de la personalidad, la autonomía y la creatividad del niñ@. Además, la transmisión de aptitudes sociales y la comprensión de la diversidad de las personas es un aspecto esencial de nuestra labor. A partir de todo lo anterior, apoyamos a los padres en su labor educativa.
Nuestro lema es: ¡trabajamos con usted para fortalecer a su hij@!
Para nosotros, la formación integral de los niños significa:
- Labor prescolar
- Formación lingüística.
- Educación musical.
- Educación motriz.
Para todo ello estamos aplicando una metodología alternativa con mucha tradición en toda centroeuropa basada en el método Montessori, no somos centro Montessori, pero estamos trabajando para ello.
QUÉ ES El SISTEMA MONTESSORI
Debemos tener claro algunas definiciones:
- Sistema: conjunto de principios y procedimientos de una materia.
- Principios: ideas fundamentales que orientan la acción.
- Procedimientos: conjunto de acciones con las que se pretende conseguir un resultado.
- Educación: es la ayuda que un adulto ofrece al niño/a para que pueda desarrollar su potencial humano, siguiendo los impulsos de su naturaleza mediante la actividad interiorizada con materiales sensoriales y simbólicos, en un ambiente adecuadamente preparado.
Teniendo en cuenta estos conceptos básicos, podemos entender el Sistema Montessori cómo el conjunto de principios y de procedimientos de la educación del niño/a, establecidos por Montessori a partir de la observación y experimentación en el aula.
Al niño/a, según Montessori, se le debe atender en su individualidad, no como elemento de un colectivo.
Principios Montessori
- El cerebro del niño/a se desarrolla siguiendo unas pautas que se manifiestan en impulsos hacia los estímulos del medio.
- Los impulsos hacia los estímulos se concentran fundamentalmente en periodos de especial sensibilidad y receptividad a los estímulos.
- El niño/a, en su desarrollo psíquico, pasa por una etapa de aprendizaje inconsciente, de 0 a 3 años, en la que adquiere unos conocimientos muy importantes, p.e. el idioma.
- El niño/a, en esta etapa, aprende como absorbiendo específicamente los estímulos del medio, mimetizándose con el ambiente en el que vive.
- En los periodos sensitivos, el niño/a absorbe esos estímulos si encuentra los estímulos adecuados a ese periodo en el momento preciso.
- El niño/a, para su desarrollo psíquico o aprendizaje según sus impulsos, necesita realizar una actividad espontánea y libre.
- La actividad del niño/a tiene que interiorizarse mediante la manipulación del material, pues la mano ha sido fundamental para el desarrollo del cerebro humano.
- En cualquier actividad de aprendizaje, la estimulación del cerebro es tanto mayor cuantos más sentidos se apliquen en su realización.
- El criterio para saber si una actividad se interioriza o es autoconstructiva viene determinado por la atención sostenida del niño/a en esa actividad y por la espontánea repetición de la misma.
- Mediante las actividades interiorizadas o autoconstructivas, el niño/a desarrolla las características propias de su naturaleza, es decir, crece con normalidad, y si el niño/a presenta desviaciones de esas características, por los obstáculos encontrados en su ambiente, adquiere poco a poco esa normalidad. Es decir, el niño/a va normalizándose paulatinamente.
- El adulto, al juzgar las acciones y conductas del niño/a, lo hace desde su ser de adulto, vertiendo sobre el niño/a juicios que no corresponden a su naturaleza de niño/a, sino de un homúnculo (hombrecillo). Las categorías que se aplican a la conducta y acciones del adulto no se pueden aplicar a las acciones y conducta del niño.
Procedimientos Montessori
Las operaciones que conducen al desarrollo normal del niño/a, y que son la ayuda que puede ofrecer un adulto para que se construya o aprenda por sí mismo, son las siguientes.
- Preparar en el aula un ambiente confortable, agradable y estético de cara al niño/a.
- Disponer o preparar materiales sensoriales y simbólicos de acuerdo con los periodos y etapas de desarrollo del niño/a.
- Permitir al niño/a la elección espontánea de esos materiales para que realice sus actividades de forma autónoma, y en el lugar y modo que escoja libremente.
- Aplicar, en la presentación de los materiales o de sus cualidades, la lección de los tres tiempos, siendo parcos en palabras.
- Presentar a cada niño la forma de trabajar con el material que se estime adecuado, evitando explicaciones innecesarias. El niño tiene dificultad en entender el lenguaje verbal y gestual del adulto.
- Observar el trabajo del niño/a, de cada niño/a, anotando las características de su ejecución.
- Evitar interrumpir el trabajo del niño atento y concentrado, y de corregir sus errores verbalmente. Si es preciso, repetir ante el niño/a el uso correcto del material, o dirigir, de algún modo, su auto-corrección.
- No aplicar ni premios ni castigos para estimular o para corregir conductas y tareas realizadas.
- Componer materiales que permitan, siempre que sea posible, la aplicación de varios sentidos en la ejecución de la actividad.
- Tener por norma, en la construcción y preparación de materiales, los siguientes principios:
- Aislar o limitar el contenido de aprendizaje o la dificultad que se presenta.
- Jerarquizar el contenido de menor a mayor dificultad o complejidad.
- Analizar el contenido y establecer sus partes o pasos, tanto desde el punto de vista lógico como psicológico.
- Incorporar al material y a la actividad el control de error o la auto-evaluación correcta.
- Observar y analizar el uso que el niño hace de esos materiales para incorporar mejoras y dirigir mejor su presentación.
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