Jugar en arena impulsa muchos aspectos del desarrollo, convirtiéndose en una actividad ideal para hacer regularmente. Todo el movimiento que el niño/a realiza dentro de la caja llena de arena impulsa el desarrollo muscular y óseo. Jugar en la arena impulsa al cerebro porque le presenta matemáticas básicas y habilidades científicas. Cuando llena y vacía una cubeta, de arena u otros elementos está aprendiendo acerca de la causa y efecto, llenar contenedores de distintos tamaños le da habilidades matemáticas básicas. Otra actividad que hemos realizado son pequeños experimentos de Ciencias,¿qué ocurre si mezclamos el color rojo y el amarillo? … ¿y mezclando el color azul y amarillo?... De esta manera estamos abriendo caminos para que los niños aprendan a partir de la acción.